La tecnología de fabricación freeform para las lentes monofocales y progresivas es la más usada hoy en día por todos los laboratorios de lentes oftálmicas por conseguir superficies ópticas más perfectas; y como consecuencia de ello: menos distorsiones, mayor comodidad y mejor adaptación.

En este apartado nos centramos en las gafas progresivas por el buen número de distintos parámetros que hay que tener en cuenta. Dentro de este tipo de tecnología hay distintos tipos de acabados freeform. Cuantos más parámetros personalizados podamos tener en cuenta, dado que el spot (diámetro) del láser que talla la lente es más pequeño y puede generar superficies ópticas más perfectas y adaptadas a un usuario en concreto en función de su graduación, distancia nasopupilar, ángulo facial, ángulo pantoscópico, inset, estilo de vida; menores serán las distorsiones, mayores campos visuales, mejor transición de visión lejana, intermedia y cercana, menor efecto de paralaje,…es decir, más comodidad y libertad en cómo el usuario mira con esa gafa.